Una vez tomada la decisión de publicar los resultados de su programa de investigación en una revista científica en lengua inglesa revisada por expertos, deberá tener en cuenta una serie de factores incluso antes de comenzar a redactar el artículo. Una de las más importantes será si enviar el artículo a una revista de acceso abierto o a una publicación tradicional restringida a suscriptores.
Las revistas de acceso abierto han cobrado gran popularidad, especialmente desde el advenimiento y popularización de Internet. Tienen la ventaja de brindar un acceso gratuito y relativamente fácil a posibles lectores. Cuentan con el apoyo de varias instituciones de financiamiento internacionales, que exigen o al menos recomiendan que las publicaciones de los trabajos que subvencionan se hagan en un formato abierto. Estos artículos gozan de mayor acceso que los que se publican en las revistas científicas convencionales, aunque algunos autores envían sus artículos más populares para que sean divulgados online.
Además, aunque la publicación en acceso abierto pueda llegar a más lectores, no hay pruebas que demuestren que se citan con mayor frecuencia que los artículos publicados en revistas de acceso por suscripción.
Otro posible inconveniente es que usted tendría que pagar por publicar en lugares de acceso abierto, en detrimento de su presupuesto personal de investigación. Además, algunas editoriales de pago están ofreciendo gratuitamente sus publicaciones pasado un
tiempo o brindando otros servicios que permiten el libre acceso.
Las ventajas de divulgar en publicaciones de acceso abierto frente a las revistas tradicionales con suscripción y las citas que ambos tipos atraen son tema de gran debate. Una de las principales razones para publicar las conclusiones de su excelente trabajo de investigación es que sus colegas las acepten y empleen, y las citas constituyen una importante manera de medir este punto. Si desea documentarse al respecto, consulte OpCit (Open Citation Project), donde se recopila bibliografía sobre este tema tan debatido.
El proyecto OpCit nació con el financiamiento del Joint NSFJoint Information Systems Committee International Digital Libraries Research Programme. Engloba los resúmenes de docenas de artículos publicados sobre el tema de las citas en publicaciones de acceso abierto, así como opiniones personales sobre cada publicación. Si tomamos estas tres citas, consultadas el 18 de marzo de 2011, de aportaciones recientes a la literatura de OpCit podremos resumir el debate que se está llevando a cabo: “Este estudio concluye que: las citas de los artículos de acceso abierto llevan ventaja, en este caso del 138,87%, sobre los de acceso restringido: hay temas que parten con ventaja a la hora de citarse si se publican con acceso abierto; las citas de revistas de Humanidades en Oxford Open tienen incluso una desventaja cuando figuran en acceso abierto; las revistas de Oxford Open con factores de impacto inferiores se citan más que las que tienen factores de impacto más elevados”; “Los resultados de este experimento indican que proporcionar libre acceso a la literatura científica puede incrementar el número de lectores (medido en descargas de artículos) y llegar a un público más amplio (medido en visitantes únicos), pero no se traduce en que un artículo se cite con mayor frecuencia.”; y “La ventaja del acceso abierto es real, independiente y causal, pero no sesgada. Su tamaño se correlaciona con la calidad, al igual que las citas (el 20% de artículos más leídos recibe aproximadamente el 80% de todas las citas).
El acceso abierto resulta más ventajoso para los artículos que se citan con mayor frecuencia, no debido al sesgo de calidad que imprimen los autores al decidir qué artículos ofrecer en esa modalidad, sino por la calidad que aportan los usuarios al seleccionar por sí mismos qué quieren usar y citar en un entorno abierto y libre de las limitaciones que presentan los sistemas de acceso restringido a suscriptores.”
Incluso entre estas tres conclusiones encontramos aparentes contradicciones. Tanto si decide publicar en lugares de acceso abierto como de pago, ha de tener en cuenta ciertos factores comunes a ambos antes de redactar un artículo. Algunos países, como Corea del Sur, China y Pakistán, pagan a sus investigadores por publicar en revistas científicas de gran prestigio internacional, pero recibir fondos por publicar no debería ser motivo para elegir una determinada publicación. No cabe duda de que existen muchos motivos de peso para publicar su excelente producción investigadora en las revistas más prestigiosas.
Se dice que para Ciencias Naturales, Ingeniería y Tecnología, el prestigio de la publicación y las características demográficas de los lectores son los factores más importantes; estas características pueden ser menos relevantes en las revistas de Ciencias de la Educación que otras, como “la claridad/coherencia/buena redacción”, “la rigurosidad”, “el método de investigación” y “la adecuación a la revista”.
Lo que pretendo en estas líneas es animarle a buscar medios de calidad, pero ¿cómo identificará las revistas de prestigio en las que publicar sus investigaciones? El factor o indicador de impacto goza de reconocimiento internacional desde su introducción por Garfield en 1955. Las revistas no sólo de Ciencias Naturales, Ingeniería y Tecnología sino también de Ciencias Sociales y Humanidades identifican su nivel de prestigio y calidad según su factor de impacto. El indicador de impacto sirve para muchas cosas, pero también ha recibido muchas críticas; el propio Garfield a menudo advertía de posibles usos indebidos.
También existen numerosos factores técnicos que se han de tener en cuenta al utilizar el indicador de impacto para realizar comparaciones con precisión. Con el anuncio y la petición de un proceso de consulta sobre la evaluación y el financiamiento de las investigaciones en materia de educación superior posterior al RAE británico de 2008 , en el que se hizo un mayor uso de la información cuantitativa (los índices de medición) que de los parámetros actuales, se airearon muchas críticas hacia el uso exclusivo de parámetros de medición para evaluar la calidad.
Para el REF británico de 2014 se propondrá a las instituciones que envíen sus aportaciones para ser evaluadas con arreglo a (1) la calidad de los resultados de las investigaciones, (2) el impacto general de las investigaciones, y (3) la vitalidad del entorno investigador. La calidad de la producción investigadora seguirá siendo el factor primordial de la evaluación, conformando el 65% del total, y se espera que algunas de las comisiones de expertos utilicen la información sobre citas para dar cuenta de la revisión de los trabajos. Le recomiendo que a la hora de seleccionar las publicaciones a las que envíe sus artículos tenga muy en cuenta los indicadores de impacto.
Ante los posibles inconvenientes del factor de impacto, han surgido otras maneras de medir la calidad y el prestigio de las revistas científicas. Aunque hay espacio en esta Guía, ni es mi intención entrar en detalles ni hacer una comparativa de los demás sistemas de medición de la calidad de las publicaciones científicas, no pierda de vista algunas de las opciones que se emplean para confirmar el prestigio de las revistas donde publique las conclusiones de sus investigaciones.
No dude en documentar los avisos en su currículum. El uso generalizado de Internet también está fomentando el estudio cuantitativo de los fenómenos online. Los métodos tradicionales de análisis bibliométrico de los patrones de citas de los artículos de revistas científicas pueden aplicarse a los motores de búsqueda comerciales habituales que producen datos brutos. Este sistema de clasificación más orientado a los medios electrónicos es relativamente reciente y recibe el nombre de “webmetría”. Aún más recientemente, una nueva base de datos de acceso abierto por Internet permite al usuario calcular el índice de impacto de un artículo mediante un nuevo algoritmo parecido a PageRank, el algoritmo que Google usa para establecer el ranking de páginas web. El ranking SCImago Journal analiza los vínculos de cita entre revistas en una serie de ciclos interactivos, empleando una ventana de citación de tres años.
El indicador Source Normalized Impact per Paper de Scopus mide el impacto de la citación contextual mediante citas ponderadas basadas en el número total de menciones en un campo determinado. El impacto de una mención tiene un valor más alto en los campos en los que las citas se dan con menos frecuencia, y viceversa. Pese al debate suscitado por estos sistemas, el uso de análisis de este tipo continuará y probablemente será más habitual en el futuro. Además, hasta se ha propuesto para evaluar la calidad de una revista el índice h, que suele emplearse para calcular la productividad personal y que abordaré más adelante.
Clasificar las publicaciones científicas mediante el uso de diversos análisis y herramientas para definir su calidad está a la orden del día y probablemente se intensificará en el futuro. Le recomiendo que use todos los recursos que tenga a su alcance para validar la calidad y el impacto de sus investigaciones ante la comunidad científica. Aunque la calidad de una revista es un factor importantísimo a la hora de enviarles un artículo, no debe olvidar otros elementos incluso antes de empezar a redactar el borrador. ¿Con qué velocidad se aceptan los artículos en una publicación determinada? ¿Se parece el campo de su investigación a los que publica normalmente esa revista? Y quizás lo más importante: ¿está su investigación a la altura de lo que se publica típicamente en esa revista?
A todos nos gustaría publicar únicamente en los dos o tres títulos punteros de nuestra disciplina. Si decide publicar un determinado artículo de investigación, ¿está realmente a la altura de las tres mejores revistas de su campo? ¿Qué opina su supervisor? ¿Qué dice su mentor? Si realiza primero una evaluación franca y precisa del nivel del estudio que pretende publicar, a la larga se ahorrará mucho tiempo y se evitará la angustia de no saber si el trabajo no era adecuado o no estaba a la altura de los artículos que publica esa revista.
Aspire a la máxima calidad posible en sus investigaciones, pero sea realista a la hora de elegir las publicaciones a las que envíe sus artículos. Los factores que distinguen un artículo bueno y publicable varían de un campo a otro. Las ramas de Ciencias Naturales, Ingeniería y Tecnología pueden incidir más en el prestigio de la publicación y la composición de su público lector, pero en todas las disciplinas debería primar la innovación y originalidad de los trabajos. Lo que publique deberá ser evidentemente el resultado de una planificación y un diseño excelentemente adaptado antes de iniciar la investigación. Una vez identificada la publicación en la que desea colaborar, ¿en qué se debe centrar a la hora de redactar su artículo? Antes de enviar un artículo a una revista para que se lo publiquen es fundamental que lea, entienda y cumpla sus instrucciones para los autores.
Esto es importantísimo para garantizar que su manuscrito se procese y revise con la mayor eficiencia. Hágalo antes de iniciar el borrador. Lo siguiente que le quiero recomendar es que comience por el título y el resumen, para proseguir con un borrador del texto completo a grandes rasgos. Tener definidas las líneas maestras de su artículo facilita enormemente el proceso de redacción. Si confecciona un borrador completo se evitará quedarse atascado en un punto que dificulta o retrasa la documentación del resto del artículo. A menudo tendrá que tomar pasajes de la introducción y pasarlos a la discusión, o viceversa, por eso no vale la pena definir perfectamente cada sección antes de pasar a la siguiente.
Llegado a este punto, si el inglés no es su lengua vernácula, le convendría mostrar el manuscrito a un angloparlante, puesto que los errores gramaticales y de expresión (incluso para quienes se expresan habitualmente en inglés) pueden entorpecer la revisión de su artículo. En cuanto a las citas de artículos, existe también un claro sesgo hacia la lengua inglesa.
AuthorAID es una comunidad internacional de investigadores que ayuda a los científicos de países en vías de desarrollo a publicar o dar a conocer sus trabajos por otros medios sin cobrarles por ello. Es también un foro global donde debatir y divulgar investigaciones. Se trata de un programa innovador con sede en la International Network for the Availability of Scientific Publications, y cuenta con el patrocinio de la Agencia de Desarrollo Internacional de Suecia, la Agencia de Cooperación al Desarrollo de Noruega y el Ministerio de Desarrollo Internacional del Reino Unido. Organiza talleres de formación sobre redacción de textos científicos y brinda acceso a numerosos documentos y recursos sobre las mejores prácticas en redacción y publicación.
La obra más popular sobre redacción y publicación de escritos científicos es “Cómo escribir y publicar trabajos científicos”. También cabe mencionar la reciente publicación “Writing Scientific Research Articles: Strategy and Steps”, dirigida a los investigadores junior que deseen mejorar sus dotes redactoras y a los mentores y científicos interesados en usar mejor la lengua inglesa, bien sea su idioma materno o adquirido. El título, que hará las veces de eslogan publicitario de su trabajo, deberá ser lo más breve posible (lo ideal sería menos de doce palabras) y describir fielmente el contenido del artículo. Deberá expresar solamente una idea o tema y comenzar con unas pocas palabras clave.
Con la popularización de los análisis de webmetría que hemos visto, resulta fundamental que sus palabras clave reflejen el contenido más importante de su artículo y que se comprendan, indicen y recuperen fácilmente al buscarlas en una base de datos. La introducción deberá comenzar describiendo concisamente los principales antecedentes del problema, la hipótesis o la especialidad académica que enmarca la investigación.
En ella deberá plasmar el objetivo de su investigación y establecer claramente la trascendencia de su estudio, especialmente con relación a lo que se sabía anteriormente sobre ese tema. En la sección de métodos deberán siempre primar la precisión y la descripción suficientemente detallada para poder ser reproducida íntegramente. Si se trata de un estudio cuantitativo, deberá estar perfectamente documentado y recoger las pruebas estadísticas pertinentes.
Los resultados deben presentarse de manera clara, estadísticamente válida (si procede) y en el formato que la revista disponga en las instrucciones para sus autores. Comience la discusión desde un enfoque más específico para pasar a una exposición más general, relacionando sus hallazgos a la literatura empleada, a las teorías y a las prácticas de su disciplina investigadora. Replantee su hipótesis o pregunta de trabajo y ofrezca respuestas a los interrogantes que formulaba en la introducción. Corrobore sus respuestas con resultados precisos, claros y validados. Explique de manera sucinta y clara si sus resultados responden a lo que inicialmente esperaba y si se corresponden con literatura científica sobre el tema en cuestión. Analice, evalúe y teorice sobre los resultados anómalos que arroje su investigación.
Exponga cualquier hallazgo inesperado y ofrezca recomendaciones para que se estudie más a fondo, pero no extrapole en exceso ni saque conclusiones que no puedan ser confirmadas por sus resultados. En resumidas cuentas, el artículo debe reflejar una investigación excelente, original e innovadora, ofrecer una buena descripción no excesivamente extrapolada, con un estudio estadístico preciso si el tema lo requiere, y seguir una sucinta progresión lógica que convenza al lector de que tiene ante sí un estudio de calidad.
El resumen y las palabras clave son fundamentales. Lo ideal es comenzar escribiendo un primer borrador que lo cubra todo. La publicación de varios artículos científicos que cumplan estas recomendaciones constituirá una buena base desde donde convencer a las instituciones financiadoras para que vean su solicitud de subvención con muy buenos ojos.
FUENTE: ELSEVIER
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